viernes, 29 de diciembre de 2017

AJEDREZ CON PSICOPATAS

NOTA DE MEMPO GIARDINELLI

AJEDREZ CON PSICOPATAS

Desde hace tiempo una duda inquieta a este columnista: ¿acaso nuestro país está siendo gobernado por un hato de psicópatas? ¿O tal hipótesis es exagerada?

Una respuesta llega casualmente esta semana: desde Alemania un lector a quien no conozco –Bernardo Kuczer, músico e investigador argentino emigrado en 1979, según informa Wikipedia– me escribe un mail del que extraigo una idea tan sorprendente como atinada: “¿Es posible jugar al ajedrez con alguien que, cuando quiere o necesita, cuando es de su conveniencia, usa las reglas, y cuando no, inventa las suyas propias? ¿Debe jugar ese juego el honesto? Es imposible jugar/ganar en esas condiciones.

Que le brindan además al tramposo la magnífica chance de presentar su victoria como verdadera”.

El lector Kuczer dice que decidió el contacto porque cree que “estamos tratando, sí, con estafadores, mentirosos, mala gente, elitistas, oligárquicos, etc., pero, por sobre todo, lo estamos haciendo con psicópatas”.

Y envía artículos reproducidos en periódicos alemanes (Der Spiegel y otros) acerca de CEOs y psicópatas.

Sugiere guglear, además, cómo “la relación entre psicópatas y políticos” se está estudiando en el mundo y destaca recientes artículos de John W. Whitehead, presidente del Rutherford Institute, con sede en Virginia, EE.UU., y de Claudia Wallis, directora editorial de la revista Scientific American Mind.

Es obvio que nadie en sus cabales jugaría al ajedrez con un psicópata que subvierte reglas, inventa las que le convienen y encima niega reconocer lo que obviamente hace.

La pregunta, entonces, es por qué no vemos, o no queremos ver, que en la política mundial esto es pan de cada día.

Ahí están el Sr. Trump y su gabinete como posible muestra, y aquí en la Argentina esa especie de mafia que se hizo del poder por un colosal error democrático y ahora se ilegaliza día a día sin que se los denuncie con todas las letras.

Estos tipos son, en general, psicópatas.

Cierto que hay buenas y sanas personas entre ellos, que cumplen funciones incluso desde cierto idealismo que aún les queda.

Pero no ven, o no quieren ver, que son protagonistas inconscientes, por ende involuntarios, de una democracia que está siendo velozmente mutilada.

No es la de 1983, la de Alfonsín; ni siquiera es la de Menem.

Ni mucho menos la de Néstor y Cristina, que con todas sus contradicciones, equívocos, superficialidades, incompletitudes, necedades y metidas de pata fue, por lejos, el punto más alto que alcanzó la democracia en la Argentina de las últimas décadas.

El retroceso ahora es feroz. Total.

Y por eso mismo el enfrentamiento debe ser total en los principios, la letra y el espíritu.

No se les debe dar tregua ni caben medias tintas en el combate de las ideas.

Estos tipos son hoy enemigos de la Patria por colonizados y corruptos, pero también por insensibles y por cínicos.

Es decir, porque en general son un gobierno de psicópatas.

El psicópata suele ser el más encantador de los mentirosos.

Sabe mentir mirando a los ojos y es capaz de llorar, bailar, cantar y encantar mimetizándose con los sentimientos de sus víctimas –personas a las que debería cuidar en lugar de dañar– para manipularlas.

Y eso se debe al concentrado e irrefrenable egoísmo del psicópata, maestro en el arte de fingir generosidad.

Por eso el psicópata es tan peligroso: porque jamás se exhibe como tal, siéndolo.

La culpa no forma parte de su repertorio y es así como puede pasar del encanto a la violencia.

Todo profesional de la psicología sabe, además, que si hay algo difícil con los psicópatas es probar que lo son, debido justamente a su capacidad de seducción y sus habilidades de convencimiento.

Por eso ahora hay estudios en el mundo que muestran que los psicópatas son mucho más comunes en la política, los negocios y el mundo empresarial que lo que solía creerse.

En estos tiempos argentinos de degradación institucional, dictadura mediática y gigantesco retroceso social (la educación, la salud, las jubilaciones, el trabajo y la verdad son las principales víctimas) parece aconsejable ser cada vez más directos y combativos con ellos.

Si la política queda en manos de personas como los Sres. Massa o Stolbizer, Urtubey o Lousteau, Bossio o Picheto, y las decisiones las toman funcionarios como Peña Braun, Frigerio, Caputo, Triaca o Aranguren, todos ellos y muchos más *mentores de un mentiroso serial de poco seso y cero transparencia*, y a su vez todos protegidos por un *mafioso sistema de antijusticia y otro de periodismo igualmente psicopático*, es necio pretender y esperar diálogos y elegancias que sólo conducirán a esta nación al cadalso.

Es evidente hoy en el mundo que las democracias capitalistas seguirán nombrando cada vez más a CEOs como presidentes, ministros y otros cargos ejecutivos.

Hombres en su mayoría, y también mujeres, que no tienen ideología y se ufanan de ello, y para quienes pueblos y países deben ser manejados como empresas.

Es por eso que se fastidian tanto y son tan tenaces en el combate al papel rector del Estado y al salario mínimo, las paritarias, los subsidios sociales y a toda inversión (que llaman “gasto”) en educación, salud y previsión social.

Estos políticos contemporáneos son personas esencialmente desalmadas, en cuyas empresas jamás importaron ni interesan los daños que causan –empezando por los ambientales– ni se conmueven por lo que cualquier persona sana considera valores, por ejemplo la decencia, la igualdad social o la memoria colectiva.

Gobernar, para ellos, es puro ingenio para infringir la ley y encontrar atajos que conduzcan a altos resultados econométricos, dejándoles de paso pingües ganancias casi siempre inmorales. Que a lo sumo disimulan con el ropaje de la “responsabilidad social empresaria”.

No ven, ni aceptan ni les importa, el hecho elemental de la política: que gobernar pueblos como si fueran empresas es una contradicción en sí misma que, ineludiblemente, conduce a la desigualdad y por eso es éticamente insostenible.

Así, un poco psicópatas y otro poco simples cínicos, son un enemigo que desafía nuestra inteligencia y ante el cual urge reaccionar para enfrentarlos con la firmeza que se merecen hasta echarlos a votos no electrónicos, como es perfectamente posible.

lunes, 25 de diciembre de 2017

A los Tibios los escupe Dios.

A LOS TIBIOS LOS ESCUPE DIOS.
Yuyo Ludueña
Parece ser que la ancha avenida del centro no tiene circulación, le paso a Massa. Después de una corta primavera fue condenado al freezer con un escueto 11% de los votos.
Ahora le llega el turno a Anibal Fernandez. Cristina no lo recibe y los justicialistas de derecha no lo tienen en cuenta. El hombre testarudo no quiere tomar partido y busca en vano mezclar el agua y el aceite con la esperanza que de esa fusión aparezca algún rayito de sol que lo cobije.
Ayer salió con los tapones de punta a criticar a máximo Kirchner y toda la Campora: se preguntó si se creen puros, impolutos, y angelicales. También si se creen los “buenos” dentro de un peronismo de feos, sucios y malos.
Hasta acá venía bien ya que tomaba posición frente a lo que se viene, pero no, a continuación arranca contra los justicialista o peronistas (según sus palabras) que le dieron el voto a Macri para bajar las jubilaciones. O a aquellos otros que prestaron su “culo” para dar el quórum.
Parece ser que la búsqueda de “conciliación” tiene que salir a los sopapos, cosa que a Anibal le calza de maravillas, pero a mi humilde entender de militante la cosa se debe hacer con paciencia y dejando en claro contra que arco se patea.
Perdoname Anibal, ya van varias veces que te quedas pedaleando en el aire. Tal vez sea el momento de esperar que esto caiga por peso propio y alejarse de la crítica que te pone en el medio y en el rol del “conciliador” superado.
La derecha no la quiere a Cristina, Cristina tiene los votos y no banca traidores.
Si seguís en el medio te arrastra la corriente como a Massa, a los tibios los escupe Dios.

SIEMPRE ESTARAS EN NUESTRO CORAZÓN , COMPAÑERO........

SIEMPRE ESTARAS EN NUESTRO CORAZÓN , COMPAÑERO........
GRACIAS POR LO QUE NOS DISTE, SOS UN EJEMPLO A SEGUIR.......