sábado, 24 de marzo de 2018

SILENCIO

SILENCIO.
Raul Ludueña
Solo silencio. Detrás de amurallados muros ya no hay fantasmagóricos ruidos de cadenas ni secos gritos autoritarios dando órdenes antes del festín de sangre, sólo quedó flotando el retumbar sordo de los gritos de dolor de los torturados. Son los muros de los campos de concentración que todavía encierran llantos de desesperación de jóvenes estudiantes violadas, ultrajadas. Llantos de madres y sus gritos desgarradores mientras les arrancaban a sus hijos de las entrañas para ser entregados en solemnes rituales a las mujeres de otros torturadores.
Todo en las sombras, en la oscuridad, cómplice involuntaria de tanto espanto. Solo silencio en las mazmorras de la feroz dictadura. Ya no se escucha el deambular de las botas que producían terror cuando se detenían detrás de una celda, ese instante era el comienzo del calvario para la víctima elegida; primero la capucha para aumentar el pánico, después el maltrato y las burlas antes del descarne de la víctima, luego el chasquido de la picana en las garras ensangrentadas del verdugo. Todo en un ritual morboso y enfermizo.
No se privaron de los abusos sexuales, ni del gozo de ver morir gente en el rito satánico del "submarino", ni del asesinato de vidas jóvenes, ni de la misa de los domingos.
De nada se privaron los amos de la muerte, los inquisidores del siglo veinte. De nada se privaron, ni de arrojar al mar a sus víctimas aún con vida con la bendición de la Iglesia, como correspondía.
Un plan supremo los incluyó en la planificación escabrosa de masacrar todo intento de resistencia al saqueo de nuestras riquezas; se robaron bienes, vidas, empresas. En el nombre de intereses patrióticos se entregó la patria, se instauró el miedo como forma de domesticación del pueblo argentino. Fuimos campeones mundiales de fútbol. Fuimos derechos y humanos. Los diarios apoyaron con sus titulares y fueron premiados con el monopolio de la producción del papel.
Fue una orgía de sangre camuflada en las noticias, cada crimen se transformó en un enfrentamiento, cada reclamo en un acto subversivo, cada periodista que alzó su voz en un agente al servicio de intereses ajenos al sentir nacional. Miedo silencio y prensa fueron utilizados por los grupos de tareas en la siniestra cacería humana. Fauces hambrientas devoraron sueños, ilusiones y un país mejor.
Donde hubo rejas, tortura y horror nacen centros culturales. Donde hubo crímenes, nace la justicia negada a los prisioneros. Donde hay un desaparecido hay una madre que lucha. Donde falta un nieto hay una abuela esperanzada en el reencuentro.
Nacieron miles de flores después del terror, seguirán naciendo y se multiplicaran en mil colores de la mano de la memoria, de la mano de los derechos humanos, de la mano del pueblo.
Es imposible detener el flujo de las aguas, la fuerza del viento o las ansias de quienes luchan en busca de la verdad y que trabajan por un destino de libertad e igualdad.
Mientras haya un desaparecido habrá quien lo reclame, mientras falte un nieto habrá una abuela buscándolo, mientras exista una necesidad estaremos exigiendo un derecho.
Nuestros muertos nos guían, nuestra memoria está intacta, nuestras convicciones son las mismas. Nuestro compromiso militante no se agota por las tapas de un diario cuyas páginas están abonadas con sangre.

SIEMPRE ESTARAS EN NUESTRO CORAZÓN , COMPAÑERO........

SIEMPRE ESTARAS EN NUESTRO CORAZÓN , COMPAÑERO........
GRACIAS POR LO QUE NOS DISTE, SOS UN EJEMPLO A SEGUIR.......