Ahí están los Jinetes del Apocalipsis, son cuatro, fueron sumando desarrapados políticos por el camino. Se quieren recuperar del olvido, del destierro al que fueron confinados por una sociedad que quiere crecer, que quiere dejar atrás un pasado fantasmagórico plagado de desolación y miserias.
Como aves carroñeras tienen un vuelo torpe, huelen las presas heridas y con paciencia de Monge esperan su muerte para darse un festín de sangre y carroña, se lastiman a picotazos pero el hambre y la desesperación los exime del dolor. Forman su tropa heridos del ayer .
En uno de los caballos está el Jinete de la Victoria, se lo ve exultante, luce una sonrisa que asemeja a una mueca eterna. Un triunfo mínimo e inesperado lo acercó a los lugares donde moran los exitosos. Una fortuna de dudoso crecimiento lo hace un compañero de ruta imprescindible. Carece de pergaminos ganados en batallas, pero le sobran armas a la hora de combatir, es millonario. Francisco De Narvaez, ese es su nombre, posee riquezas para ser un buen ladero, no primera figura. Le sobra ambición y le faltan méritos, ese es uno de los cuatro jinetes.
El segundo es el Jinete de La Guerra, preparado para las mil batallas siempre logró sobrevivir. Estuvo en todos los ejércitos cambiando de bando, fue astuto y traidor .Una de sus últimas batallas lo encontró entre las triunfadoras huestes del sector agrario que lucharon por multiplicar sus posesiones, defendió con fiereza la causa de los poderosos en desmedro de los carenciados. Reían viendo miles de litros de leche bañar las rutas, los hijos de los peones miraban la escena dantesca con hambre. Sólo miraban. Su nombre actual es Felipe Solá , se saca fotos disfrazado de gaucho .
El tercero es el Jinete del Hambre. La disolución social, hambruna generalizada, dolor y desánimo son sus banderas, es lo que deja a su paso. Nadie descubrió el porqué de su risa permanente, podría deberse a una malformación o un gesto de burla hacia los más humildes. Sumió al país en el default mas grande de la humanidad. Es grotesco y desaforado al momento de crear caos generalizado. Se quiere sumar al banquete de los carroñeros y exhibe como trofeo el desprecio mundial por sus trágicas decisiones en el corto período en que fue mandamás. Se llama Rodríguez Saa . Casi no habla y cuando lo hace no se le entiende.
El cuarto y último de los Jinetes es el de la Muerte. Entre sus logros exhibe la represión acompañada de aniquilamiento. Intenta, desde esa posición de ferocidad represora contra los mas desposeídos, erigirse en referente de los anteriores .Sus propuestas son la liberación de los integrantes del ejercito mas asesino de la historia que hoy están encarcelados y siendo juzgados por el pueblo. Lamenta ver a los genocidas presos, propone un manto de olvido, se identifica con los violentos y pide que vuelva el servicio militar. Los ama. Los admira en su accionar devastador y cipayo. Su nombre es Eduardo Duhalde. Los pequeños ahorristas lo odian.
Hoy nuestro país mira con asombro el regreso de los cuatro jinetes del Apocalipsis ,. Vienen acompañados de laderos oportunistas a quien la historia creyó olvidados, son agrios recuerdos, tuvieron a nuestra patria al borde de la disolución Nacional .Los junta la voracidad y el olvido. Vienen atraídos por la bonanza que tenemos en medio de un mundo que se derrumba. No les alcanzó tanto desastre ocasionado.Vienen por más.
Por suerte tenemos un arma que los aterra, es un arma que todos poseemos y nos puede liberar de la calamidad que representan. Es nuestra memoria.
ES LA UNICA OPORTUNIDAD DE QUE NO NOS ARRASTREN A UN PASADO DE TERROR. SI LA PERDEMOS ESTARAN NUEVAMENTE ENTRE NOSOTROS…………
Como aves carroñeras tienen un vuelo torpe, huelen las presas heridas y con paciencia de Monge esperan su muerte para darse un festín de sangre y carroña, se lastiman a picotazos pero el hambre y la desesperación los exime del dolor. Forman su tropa heridos del ayer .
En uno de los caballos está el Jinete de la Victoria, se lo ve exultante, luce una sonrisa que asemeja a una mueca eterna. Un triunfo mínimo e inesperado lo acercó a los lugares donde moran los exitosos. Una fortuna de dudoso crecimiento lo hace un compañero de ruta imprescindible. Carece de pergaminos ganados en batallas, pero le sobran armas a la hora de combatir, es millonario. Francisco De Narvaez, ese es su nombre, posee riquezas para ser un buen ladero, no primera figura. Le sobra ambición y le faltan méritos, ese es uno de los cuatro jinetes.
El segundo es el Jinete de La Guerra, preparado para las mil batallas siempre logró sobrevivir. Estuvo en todos los ejércitos cambiando de bando, fue astuto y traidor .Una de sus últimas batallas lo encontró entre las triunfadoras huestes del sector agrario que lucharon por multiplicar sus posesiones, defendió con fiereza la causa de los poderosos en desmedro de los carenciados. Reían viendo miles de litros de leche bañar las rutas, los hijos de los peones miraban la escena dantesca con hambre. Sólo miraban. Su nombre actual es Felipe Solá , se saca fotos disfrazado de gaucho .
El tercero es el Jinete del Hambre. La disolución social, hambruna generalizada, dolor y desánimo son sus banderas, es lo que deja a su paso. Nadie descubrió el porqué de su risa permanente, podría deberse a una malformación o un gesto de burla hacia los más humildes. Sumió al país en el default mas grande de la humanidad. Es grotesco y desaforado al momento de crear caos generalizado. Se quiere sumar al banquete de los carroñeros y exhibe como trofeo el desprecio mundial por sus trágicas decisiones en el corto período en que fue mandamás. Se llama Rodríguez Saa . Casi no habla y cuando lo hace no se le entiende.
El cuarto y último de los Jinetes es el de la Muerte. Entre sus logros exhibe la represión acompañada de aniquilamiento. Intenta, desde esa posición de ferocidad represora contra los mas desposeídos, erigirse en referente de los anteriores .Sus propuestas son la liberación de los integrantes del ejercito mas asesino de la historia que hoy están encarcelados y siendo juzgados por el pueblo. Lamenta ver a los genocidas presos, propone un manto de olvido, se identifica con los violentos y pide que vuelva el servicio militar. Los ama. Los admira en su accionar devastador y cipayo. Su nombre es Eduardo Duhalde. Los pequeños ahorristas lo odian.
Hoy nuestro país mira con asombro el regreso de los cuatro jinetes del Apocalipsis ,. Vienen acompañados de laderos oportunistas a quien la historia creyó olvidados, son agrios recuerdos, tuvieron a nuestra patria al borde de la disolución Nacional .Los junta la voracidad y el olvido. Vienen atraídos por la bonanza que tenemos en medio de un mundo que se derrumba. No les alcanzó tanto desastre ocasionado.Vienen por más.
Por suerte tenemos un arma que los aterra, es un arma que todos poseemos y nos puede liberar de la calamidad que representan. Es nuestra memoria.
ES LA UNICA OPORTUNIDAD DE QUE NO NOS ARRASTREN A UN PASADO DE TERROR. SI LA PERDEMOS ESTARAN NUEVAMENTE ENTRE NOSOTROS…………
bien Raúl!
ResponderEliminartodo está grabado en la memoria canta Gieco
y para muchos es así
lamentablemente hay personas que "carecen de ella"
y ante la falta
están dispuestas a cometer los mismos errores que nos llevaron al abismo.
Hay signos mas que evidentes que se está construyendo algo distino
y no es para pocos
como es el pensamiento de los que nombraste
sino para TODOS.
te dejo un abrazo y deseo de una buena semana!
Adal
cualquier cosa, estoy.
Aprovecho que estoy revisando el blog para mandarte un gran abrazo amigo y compañero Adal. Te deseo lo mejor para este año y sigamos militando desde el lugar que podamos por este proyecto único en nuestra historia. A Perón no lo viví pero no deben haber sido muy diferentes los enemigos.
ResponderEliminarMuchas gracias apreciado amigo y compañero Raúl !!!
Eliminarsiento una gran estima por vos !!
Abrazo grande y buen año 2015 !!!
Adal
...y sí, Cristina Conducción-el mejor gobierno que vi y/o viví-