DOS CAMINOS..............
de Raul Ludueña
Son viejos carromatos, derruidos, con ruedas desparejas que parecen que se desarman en cada vuelta. Los ejes producen un chirrido agudo mientras andan por caminos inciertos, marchan sobre huellas borradas que en algún tiempo fueron las que guiaron a esos vagamundos y aventureros por un pasado ruinoso.
Ellos quieren volver con vagas esperanzas de un retorno triunfal. Es un viaje de vuelta, regresan del pasado, cargan penas , olvidos y fracasos.
Un monje es su guía, es el que vivía en las penumbras y hoy sale a la luz ante la ineptitud de estos peregrinos de la vieja política.
Son hombres jóvenes, algunos de ellos, otros en el otoño de su vida. Sus rostros están raramente gastados, parecen de otras épocas, lejanas, difusas, sin tiempo. Tienen arrugas marcadas de quien sonríe para agradar, y la espalda encorvada de agachar la cabeza, rendir pleitesias deja sus marcas.
En el primer carro viajan, agarrados como pueden, Duhalde, Solá, De Narvaez, Macri, Das Neves R.Saa. Algunos se caen pero se aferran como pueden para no quedar abajo, sería el fin anticipado. Otros se bambolean y en la confusión empujan con disimulo al compañero de penurias. Unos y otros están atados al mismo destino, triste y final.
Mas atrás otro carromato es tirado por viejos matungos, no difiere del primero. Son rostros cansados y sin esperanzas, fingen alguna sonrisa sin convicción para la foto. Van por el mismo camino, el que lleva a ninguna parte, el que su amo, el monje les indica.
En este carretón vienen Sanz, Alfonsín “El Clon”, y un viejo traidor a punto de perder el estribo. Sus compañeros de ruta lo miran con desprecio, su falta de hombría lo minimizó al extremo de ser casi un olvidado.Es Cobos, ese pequeño hombre.
Mas tras vienen otros, rejuntados como pueden, esos ya ni siquiera ven la huella, están perdidos, sin rumbo.
Se puede divisar a Carrió, Pino Solanas, Altamira y una amalgama grotesca que perdió el pudor y las ideas, ni el amo los quiere.
El señor de las penumbras, el Monje, es el dueño del multimedios, el que odia, el que miente, el que está aterrado de perder sus privilegios y terminar preso. Ataca sin escrúpulos a quienes estamos mirando el triste espectáculo, detesta al pueblo y sus derechos.
Está acostumbrado a ser amo y señor y hoy tiene que rendir cuentas a millones de hombres y mujeres que gracias al gobierno de Nestor y Cristina recuperamos la dignidad.
El paso de los carruajes es lento, al estilo de las procesiones mortuorias, no hay alegría ni estandartes, van rumbo al ocaso y lo saben. Ese es su castigo, el triste destino de los genuflexos..
El otro camino , ese por el cual transita el pueblo, está llenos de jóvenes alegres que a paso triunfal marchan por un país mejor, mas inclusivo, donde los fantasmas del ayer no tienen cabida. Vamos por la victoria, nunca menos…….
lunes, 28 de marzo de 2011
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