miércoles, 4 de mayo de 2011

NIÑO RICO………..de Raul Ludueña
Tuviste una entrada triunfal, estallaban las tribunas y los papeles de colores invadían el cielo político. Eras la “esperanza blanca”, el hombre que tenía como destino llevar al éxito la nueva movida del oxidado y vetusto programa neoliberal.
Te aplaudió la clase media desclasada, los popes del campo que entrevieron un destino sin retenciones, la Iglesia que imaginó estudiantes sin sexo y escuelas públicas dictando catequesis, los medios monopólicos tendiendo el control absoluto sobre la “libertad de expresión”, los industriales que podrían reemplazar la producción por las importaciones competitivas.
Te miramos con temor todos aquellos que creemos y apostamos a un país para todos, con inclusión, con justicia social, con oportunidades para los que menos tienen, con salud, educación, viviendas, al alcance del pueblo.
Tu paso por la gestión pública fue de lo peor de los últimos gobiernos, disimulado por un marketing estudiado y la cobertura cómplice de los medios que te protegen.
Nada de lo prometido lo cumpliste. No hubo subtes, ni casas, ni urbanización de villas, ni escuelas nuevas, ni estufas en los colegios, ni salud pública. Cerraste centros culturales, incumpliste con lo comprometido en los presupuestos, tuviste muertos en obras, en boliches, y la suciedad es caótica en una ciudad desquiciada por la doble mano y las inútiles bicisendas.
Hoy estás en retirada, lentamente, como se van los que no quieren saludar en las fiestas, tratando pasar desapercibido por vergüenza. Culparas al radicalismo, al peronismo decadente, al gobierno. Chillaras diciendo que te dejaron sólo, que los políticos no están a la altura de los acontecimientos y cuantas sandeces vengan a tu cabeza o te “soplen “ al oído tus asesores.
Nunca entendiste que el país es otro, que no basta con un asesor de imagen y un discurso que se cae a pedazos en el mundo. Tampoco entendiste que no alcanza con criticar sin propuestas alternativas y de eso no sabes nada. No sirve sumar a cualquiera por unos votos, y no se puede militar en política sin convicciones.
Fuiste un niño rico que cumplió sus caprichos. Hoy la realidad te cachetea y deberás seguir jugando al estadista de barrio, tal vez debas aprender que ese es tu destino y que en las ligas mayores juegan los grandes, únicamente……

No hay comentarios:

Publicar un comentario