sábado, 17 de agosto de 2013

CUESTIÓN DE GENERO.


Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que las fuerzas retrógradas están militando activamente desde el discurso mediático opositor para un regreso con gloria.
Podemos afirmar que ya se eligió al candidato opositor,  capaz de intentar llevar a la argentina al escenario de los años noventa, candidato que ya recibió el formato desde el cual impondrán las recetas económicas si no llegase a ganar el kirchnerismo en el 2015.
No hay nada nuevo, son paradigmas en desuso que se quieren presentar como solución a los grandes problemas, cuando en realidad fueron los generadores de esos problemas que hundieron a la argentina en la crisis más tragica de su historia y nos arrastraron al default más grande del que se tenga memoria en el mundo entero.
Los discursos son variopintos, cada candidato expresa el suyo cuidando meticulosamente ocultar las verdaderas intenciones que cargan en sus gastadas mochilas,  aunque todos coinciden en oponerse a Cristina, como les indica el manual del “Político Mediocre”;  un tratado nunca publicado que dice que no hay que decir nada, sobre todo si de ideas o acciones de gobierno se trata.
Lo más extraño resulta el esfuerzo de la esposa de un ex político que se resiste a la jubilación de privilegio que disfruta desde hace años; la ex Senadora “Chiche” Duhalde.
Habría que bucear en aguas muy profundas de la psiquis para adivinar el porqué de  semejante suicidio intelectual ante millones de argentinos que transitamos el siglo veintiuno cuando dio a entender que las mujeres no están tan capacitadas para la política como los hombres. Palabras más palabras menos.
No es poca cosa desconocer las luchas por la liberación femenina, los años de discriminación y sometimiento ante una sociedad machista; las luchas de millones de mujeres por lograr la igualdad de género.
Desconocer que hubo una Alicia Moreau de Justo que batalló por la igualdad de los derechos laborales de las mujeres respecto a los de los hombres o que logró la aprobación en diputados de un proyecto de ley de sufragio femenino luego rechazado en Senadores. Podríamos mencionar a Dolores Ibárruri  famosa militante  del partido comunista español que inmortalizo la frase ¿no pasaran! En referencia a las tropas franquistas.
Desconocer, desde el partido al que dice pertenecer,  los logros de una de las mujeres más importantes de nuestra historia como fue Eva Duarte. O más cerca en el tiempo, los logros sociales, económicos y culturales de la estadista más grande que pario nuestra patria, la compañera Cristina Kirchner.
Deberíamos sumergirnos muy profundamente en la estima que la hace sentir inferior a su marido o cualquier otro político mediocre para no sentirse capaz de llevar a cabo una acción política que la dignifique y que le demuestre que más allá del genero puede desarrollar una tarea igual o mejor que cualquier hombre.
Tal vez, en mi opinión, este queriendo profundizar demasiado cuando en realidad de lo que se trata es de demostrar que las mujeres a las que se refiere es únicamente Cristina Kirchner. Aun siendo así es vergonzante el argumento. Tal vez esta señora no tenga más para aportar, pero no sería por una cuestión de género.

Raul Ludueña


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