Ley del silencio ético.
Raul Ludueña
Palabras. Palabras lanzadas como dardos envenenados. Palabras y frases científicamente seleccionadas para intentar anestesiar mentes pensantes, rebeldes, inquietas o contestatarias. Palabras que son aguijones irresponsables cargados de veneno.
Palabras que se utilizan para sembrar ideología, generar miedos, paralizar, desacreditar, instalar dudas. Palabras cuidadosamente direccionadas por expertos en comunicación, perversos del lenguaje , terroristas mediáticos al servicio del capital.
La consigna de estos días es hacernos creer que vivimos en un estado mafioso y corrupto. Así Carrió denunció en su momento a Nestor kirchner de ser el cerebro de una asociación ilícita y comandar una mafia dedicada al saqueo de la república.
Siguió la mafia de la aduana paralela, la de los medicamentos, la de las bóvedas, bolsones y otras.
Ahora vamos por la mafia de los pobres y la Asignación por Hijo, esos que votaron a la que nos hizo creer que tenía cáncer, esa misma que arruinó el festejo gorila porque no tenía nada.
En un sainete semiotico se crea la mafia de los “trapitos”, la mafia de los limpiavidrios, la mafia de la salada, la mafia de los manteros, la mafia de los cuidacoches. La mafia corrupta.
Están estudiando como instalar la mafia de los “pobres", la cosa es armar el asunto, hay que darles un poco de tiempo.
Es extraño que entre tanta pureza Republicana y persecución mafiosa se olvidaran de investigar la mafia corrupta que se adueñó de canal trece por unas pocas monedas y unas buenas comisiones, o la mafia que se apropió de Papel Prensa, o la mafia que secuestraba embarazadas y les robaba los bebés, tirando las madres al rio desde un avión para borrar cualquier pista comprometedora.
Deben sentirse indignados los espíritus de los primeros mafiosos Sicilianos ya que la palabra "mafia" significa “Hombres de honor” y estas bandas de "consultores", ideologos del desfalco al estado argentino y sus empleados llamados "periodistas independientes" desconocen el sentido de ambas palabras: Hombres y Honor.
Como rateros de la lengua sólo saben emplear el viejo arte difamatorio que usan las comadres de barrio; el chisme, la tergiversación de los echos, la mentira, el embuste.
Usan las artimañas del lenguaje para tapar sus propios y rastreros negociados de mafiosos sin honor. Hoy se llaman CEOS, consultores, analistas y Asoc.
Sería interesante que aplicaran el “omertá” o “ley del silencio”, esa que utilizaron durante años para amparar a sus cómplices de averías en esa trágica aventura de secuestros , muertes, y saqueos que aplicaron durante años y les reportó millones a ambos socios. Hoy deberían buscar otro nombre para esa ley mafiosa, pero una “ley del silencio” deberían aplicar.
Sería la “ley del silencio ético”.
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