BUITRES

BUITRES.
Raul Ludueña

Sintieron olor a sangre y están saliendo de las madrigueras; son las hienas que esperan la agonía de una presa para comer sus despojos, de eso se alimentan las alimañas.
Aparecen sonrientes, algunos, con una falsa compunción otros. Comienzan a poblar las redes sociales, las radios y la televisión. Instalar que es culpa del gobierno es la consigna elegida para la ocasión.
No se detendrán a evaluar las consecuencias de las gestiones neoliberales comandadas por Cavallo y apoyadas por los grupos mediáticos, amén de los opinólogos que anestesian el poder de discernimiento de grandes franjas sociales. Tampoco les está permitido el análisis del origen del default más grande de la historia del mundo, ni permitirán que las mayorías se enteren que lo que nos pasa no es diferente a lo que pasa en europa. O en otros países sometidos a los designios de los capitales especulativos. Todo se intentará ocultar.
La idea es instalar con fuerza que el gobierno es el responsable de esta debacle; no importa con qué argumento, tal vez lo quieran achacar a la tenaz defensa de lo nuestro por parte de Cristina, aduciendo maltrato a los usureros, ellos prefieren arrodillarse para tener relaciones carnales.
Tal vez pretendan hablar de impericia o de una mala estrategia, da lo mismo. La idea central es no permitir que las mayorías se enteren que fueron las políticas de entrega patrimonial, el afán por "gustar" al mundo so pretexto de integrarse, la cultura del endeudamiento, la sumisión a los grandes capitales, o el sometimiento cultural estimulado desde los monopolios mediáticos.
Esa es la cuestión; tratar de ridiculizar la iniciativa de un pensamiento nacional, burlarse de aquellos que pregonamos una cultura nacional y popular, llamar montoneros a quienes luchan por una patria más inclusiva y creerse parte de una elite superior por estar alejados de los valores populares que fueron fundantes de nuestra patria.
Hoy los caranchos están de fiesta, sienten el olor a sangre fresca intuyendo un festín, son los que quisieron juntar dineros para satisfacer la gula de los buitres cuando secuestraron nuestra Fragata Libertad, son los que apuestan al fracaso argentino en cualquier frente, incluso el futbolístico, son los mismos que disimulan los nuevos ferrocarriles o denostan el recupero de YPF.
El poder de los medios que perdieron la batalla y deben adecuarse a la ley es el arma que utilizan para argumentar con malicia que fracasamos por culpa del gobierno, el veneno insolente de algunos pregoneros televisivos los estimula. Son larvas que se alimentan de los desechos descompuestos que dejan los carroñeros.
Están exultantes sin mensurar la profundidad del abismo que nos espera por culpa de las políticas liberales.
Hoy entre los buitres hay fiesta, el rejunte opositor está invitado, la falta de patriotismo será la estrella de la velada.