La cosa no pintaba para muy difícil. Era cuestión de arreglar algunos puntos técnicos y todo saldría como “la jefa” lo ordenó.
-Mira, le dijo el tipo de barba mirando para los costados, la cosa es así: Hay un dirigente muy importante que mueve millones de jubilados y se está poniendo pesado, se mueve por el norte y hay que sacarlo de circulación, la tenes clara no, la república está en juego.
El “pelado” lo miraba sin sacarle los ojos de encima y afirmaba con la cabeza cada frase que le decía el otro. El mozo dejó dos cafés sobre la mesa y unos sobres de azúcar sin mirar a los dos tipos que dejaron de hablar cuando lo tuvieron cerca.
-Castells se llama, Raul Castells, dijo el barbudo; anda en una camioneta nueva, de esas cuatro por cuatro, una Dufter creo, el laburo es pan comido. El “pelado” asentía y movía la cabeza como los perritos de los camioneros mientras sorbía el café sin pestañear.
-Tenemos que averiguar a qué hora sale a la ruta, yo me adelanto unos kilómetros, vos vas a estar atento al teléfono así te aviso cuando salís en sentido contrario, tenemos que cruzarnos justo, ojo, tiene que ser justo porque si fallamos “la jefa” nos mata, eh.
El “pelado no hablaba, tras cada frase parecía entender menos, no se lo veía muy lúcido pese a prestar suma atención. “El barba” se entusiasmaba con el plan y gesticulaba todo el tiempo.
-Hay que calcular la velocidad del viento y adivinar a qué velocidad va a manejar el tipo, yo aminoro la marcha y cuando me quiera pasar vos te la jugas y le das el palo de frente.
El pelado estaba empezando a asustarse y apuró el café.
-Pará “barba”, dijo bajando levemente la voz, me puedo hacer mierda yo también. –No seas cagón che, es un choque nomas, se mata el chabón, cobramos y chau, está en juego la patria.
-Repasemos, dijo el “barba”; velocidad del viento; adivinar hora de salida; velocidad de manejo; distancia de frenado. Debemos coordinar tu salida y la velocidad de los tres, si le erramos unos metros todo se va a la mierda, hay que calcular a cuanto bajo la velocidad para que el viejo intente pasarme. Cuando me quiera sobrepasar vos tenes que estar de frente y darle el palo, con suerte no te haces nada.
–Una boludez, dijo el “pelado” sonriendo, más fácil que volar las Torres Gemelas. El “barbudo” dudó, no sabía si lo estaba cargando o lo decía en serio.
Fin.
Yo no sé si el “pelado” aceptó porque el relato termina aquí. Me faltan de algunos datos certeros para darle verosimilitud, se me complicó en las distancias, la velocidad, incluida la del viento, el tránsito etc. Tal vez Raúl Castells tenga información más precisa y pueda darle un culpable a este final. Otra alternativa sería preguntarle a Elisa Carrió, ella tiene más imaginación que yo. De cualquier manera el tema es acusar a Cristina de intento de asesinato, falló Nisman, vayamos con Castells.
Ojo, “el palo” se lo dio, tal vez el “barba” y el “pelado” estén festejando con “la jefa”, vaya uno a saber.
-Castells se llama, Raul Castells, dijo el barbudo; anda en una camioneta nueva, de esas cuatro por cuatro, una Dufter creo, el laburo es pan comido. El “pelado” asentía y movía la cabeza como los perritos de los camioneros mientras sorbía el café sin pestañear.
-Tenemos que averiguar a qué hora sale a la ruta, yo me adelanto unos kilómetros, vos vas a estar atento al teléfono así te aviso cuando salís en sentido contrario, tenemos que cruzarnos justo, ojo, tiene que ser justo porque si fallamos “la jefa” nos mata, eh.
El “pelado no hablaba, tras cada frase parecía entender menos, no se lo veía muy lúcido pese a prestar suma atención. “El barba” se entusiasmaba con el plan y gesticulaba todo el tiempo.
-Hay que calcular la velocidad del viento y adivinar a qué velocidad va a manejar el tipo, yo aminoro la marcha y cuando me quiera pasar vos te la jugas y le das el palo de frente.
El pelado estaba empezando a asustarse y apuró el café.
-Pará “barba”, dijo bajando levemente la voz, me puedo hacer mierda yo también. –No seas cagón che, es un choque nomas, se mata el chabón, cobramos y chau, está en juego la patria.
-Repasemos, dijo el “barba”; velocidad del viento; adivinar hora de salida; velocidad de manejo; distancia de frenado. Debemos coordinar tu salida y la velocidad de los tres, si le erramos unos metros todo se va a la mierda, hay que calcular a cuanto bajo la velocidad para que el viejo intente pasarme. Cuando me quiera sobrepasar vos tenes que estar de frente y darle el palo, con suerte no te haces nada.
–Una boludez, dijo el “pelado” sonriendo, más fácil que volar las Torres Gemelas. El “barbudo” dudó, no sabía si lo estaba cargando o lo decía en serio.
Fin.
Yo no sé si el “pelado” aceptó porque el relato termina aquí. Me faltan de algunos datos certeros para darle verosimilitud, se me complicó en las distancias, la velocidad, incluida la del viento, el tránsito etc. Tal vez Raúl Castells tenga información más precisa y pueda darle un culpable a este final. Otra alternativa sería preguntarle a Elisa Carrió, ella tiene más imaginación que yo. De cualquier manera el tema es acusar a Cristina de intento de asesinato, falló Nisman, vayamos con Castells.
Ojo, “el palo” se lo dio, tal vez el “barba” y el “pelado” estén festejando con “la jefa”, vaya uno a saber.
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