DEJÀ VU.....

DEJÀ VU.........
de Raul Ludueña ·

Es como un Dejà vu. Los argentinos comenzamos a revivir un sueño recurrente, es una de esa pesadilla de la que conocemos el final, un final que pese a la agitación al despertarnos nos deja una sensación de tranquilidad. Un calco de otras tantas que al principio nos producen desasosiego y luego tienen un final feliz.
Nos pasa hace diez años.Nada hay de nuevo en el mundo onírico que nos relatan los opositores. Los rostros se repiten año tras año, son los mismos con algunas canas mas; los vemos en los mismos programas televisivos escuchar con gesto adusto las mismas preguntas con respuestas inducidas y repetir las mismas viejas respuestas que les escribieron minutos antes.Tal vez haya un trastorno de conducta que los lleve a rejuntarse para decir lo mismo de siempre. Tal vez, como los adolescentes, se sientan seguros si ninguno rompe el molde y acatan mansamente la opinión del grupo. Tal vez tengan una memoria histórica de corto plazo, lo que hace que repitan las mismas tácticas argumentativas que los arrastraron al más escandaloso derrumbe político que se recuerde; perdieron por cuarenta puntos de diferencia en las últimas elecciones.Utilizan la crítica como única estrategia de sumar voluntades y apuestan a la caída de la imagen del gobierno por posibles errores de Cristina; de propuestas no se tienen registro, eso no está escrito en el manual y les será ordenado a su tiempo por sus sponsors.A esta reedición de la Unión Democrática le falta Braden pero tiene a Magnetto, ahí están todos y algunos mas. Hoy no existe el partido militar pero lo reemplaza el partido mediático. La intervención norteamericana muta por la intervención de los medios monopólicos de manera descarada, asumen un accionar subversivo en su relato contra un gobierno votado por amplísimas mayorías, y lo hacen amparados en la impunidad que les otorga la Libertad de Prensa; libertad que no existe cuando las críticas las reciben ellos. En esa instancia pretenden meter presos, vía la justicia domada y sin sonrojarse, a periodistas de otros medios. La mirada de los opositores suele no ver estas cosas, la necesidad los enceguece en algunos temas.En estos sueños recurrentes reaparecen radicales maltrechos con intentos de sumar políticos andrajosos con escasa o nula representación popular. Peronistas que abandonaron la doctrina y se pegotean con liberales sin ruborizarse, intentando convencerse que eso es el peronismo. Sindicalistas que quieren probar fortuna en la política y acuden al partido mediático que más de una vez los trató de ladrones de gallinas al servicio de sus propios intereses.No es menos patético el papel de la derecha queriendo resucitar a los muertos del ¿peronismo? disidente; sin candidatos, sin PROpuestas, sin representación en la argentina profunda no tienen más remedio que sumar voluntades fracasadas.Los socialistas deambulan sin destino entre narcos e inseguridad mostrando caras inexpresivas que difícilmente sepamos si las fotografiaron en un casamiento o en un velorio; de proponer leyes de acuerdo a su historia ni hablar, tal vez crean que mostrándose como herederos de Adam Smith les va a ir mejor.Esta nueva expresión de la Unión Democrática apuesta a las intrigas palaciegas, la injuria, el insulto, la descalificación.Muestran las miserias a las que pueden llegar los personeros del poder para copar el gobierno. Lamentablemente se trata de políticos que deberían velar por los intereses de aquellos que menos tienen; las masas populares necesitan representantes que los representen y no amanuenses que rubriquen lo que los capitales les indiquen.En este Dejà vu no debe sorprendernos la falta de propuestas opositoras, las tienen pero no se animan a exponerlas, como en tantas otras elecciones temen ampliar la brecha entre ellos y el pueblo trabajador.Tampoco nos sorprendamos de ver a nuestra presidenta batallando por el mundo buscando mercados para nuestros productos o defendiendo en distintos foros nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas.Mientras la oposición espera el turno para mostrarse en televisión el gobierno trabaja. Cualquier similitud con un sueño recurrente es la pura realidad.





sueño es la pura realidad.