VOLVER AL FUTURO.
por Raul Ludueña (Notas) 


Es una vieja foto color sepia, esa que creímos olvidada en el pasado. Es una imagen de la ferocidad de la que son capaz los incapaces. Vuelven de manera fantasmal los bastones largos, a recordarnos la tragedia de la historia resiente. Toman vida los esperpentos de la represión; se corporizan,meten miedo, balas, gases y golpes.Sangre, dolor, llantos y gritos se entremezclan entre médicos, enfermeras, fotógrafos, periodistas y enfermos mentales en una orgía desaforada de violencia con saña. Se arremolinan los policías,pegan, gritan, son las fuerzas de élite de una ideología extinta en un intento por volver, son larvas venenosas que salen del capullo a devorarse el “Nunca Mas”.Ellos tienen por objeto sentar un precedente sobre las consecuencias de oponerse. Antes fueron militares, guerreros al servicio de intereses económicos. Hoy son la Policía Metropolitana los que sirven a los mismos intereses.Se desata la ira y el descontrol, las fuerzas pretorianas, adiestradas para el combate desatan toda su furia contra la resistencia de los trabajadores hospitalarios dispuestos a defender la razón que los jueces les otorgaron. Las balas de goma penetran la carne, los gases irritan la vista, los golpes se reparten a mansalva. La sangre lo tiñe todo de rojo. Es la vuelta del Demonio de ayer, ese que según la teoría, enfrentaba a otro Demonio. Como pudimos comprobar existía uno sólo, aunque digan que el otro estuvo en el festín de la brutalidad con un pañuelo en la cara.El bando de la barbarie estaba enfundado en blindados uniformes, pertrechados con escudos impenetrables, gas pimienta,bastones y balas de goma a granel. El bando de la razón lucia delantales blancos y formación académica, algunos blandían estetoscopios o cámaras de fotos. Los camarógrafos de los canales televisivos fueron amenazados y señalados con el dedo indice en forma de pistola. ¿Casualidad? ¿Protocolo?La historia es conocida, el supuesto “incidente” fue una expresión de la brutalidad a que pueden llegar para sentar precedentes de cómo serán las cosas con los que se opongan al desguace prometido. Otra vez sopa, otra vez la sinrazón pretendiendo domesticar a las ideas.Nada fue casual, nadie lleva un ejército adiestrado para masacrar, a una demolición, si no supiera que van a utilizarlos.Desde el relato oficial se quiere explicar lo inexplicable; según los voceros de la derecha represora la policía se defendió, otra vez se habla de “excesos”,“encapuchados”, “grupos organizados”, “orden”, y otras yerbas para victimizarse.Nuevamente el ayer se mimetiza con el hoy. Los monopolios necesitaban una fuerza feroz para aniquilar las resistencias populares y los retrógrados se la proveyeron a la medida de lo acordado. Losmgrandes negocios necesitan grandes servidores, a cambio le darán la mejor cobertura mediática y el mayor silencio sobre estas y otras tantas atrocidades.El combativo defensor de los trabajadores,Moyano, hizo un retiro espiritual y no opino sobre el tema. La iglesia de los pobres no se pronunció sobre los internos lastimados ni sobre la injusticia que representa apalear a un enfermo. Los republicanos de la oposición no se enteraron de lo sucedido, estaban dando clases de Republicanismo y Derechos Humanos.Los medios dominantes no salieron a defender la "libertad de expresión" pese a que le balearon uno de sus corresponsales. Todo muy sucio.Parece un Deja Vu, pero en realidad es un pretendido volver al futuro.