domingo, 23 de marzo de 2014
24 de Marzo
Solo silencio. Detrás de amurallados muros ya no hay fantasmagóricos ruidos de cadenas ni secos gritos autoritarios dando órdenes antes del festín de sangre, solo quedó flotando el retumbar sordo de los gritos de dolor de los torturados.
Son los muros de los campos de concentración que todavía encierran llantos de desesperación de jóvenes estudiantes violadas, ultrajadas. Llantos de madres y sus gritos desgarradores mientras les arrancaban a sus hijos de las entrañas para ser entregados en solemnes rituales a las mujeres de los genocidas.
Todo en las sombras, en la oscuridad, cómplice involuntaria de tanto espanto. Solo silencio en las mazmorras de la feroz dictadura.
Ya no se escucha el deambular de las botas que producían terror cuando se detenían detrás de una celda, ese instante era el comienzo del calvario para la víctima elegida; primero la capucha para aumentar el pánico, después el maltrato y las burlas antes del descarne de la victima, luego el chasquido de la picana en las garras ensangrentadas del verdugo. Todo en un ritual morboso y enfermizo.
No se privaron de los abusos sexuales, ni del gozo de ver morir gente en el rito satánico del "submarino", ni del asesinato de vidas jóvenes, ni de la misa de los domingos.
De nada se privaron los amos de la muerte, los inquisidores del siglo veinte. De nada se privaron, ni de arrojar al mar a sus victimas aun con vida.
Un plan supremo los incluyo en la planificación escabrosa de masacrar todo intento de resistencia al saqueo de nuestras riquezas; se robaron bienes, vidas, empresas. En el nombre de intereses patrióticos se entrego la patria, se instauro el miedo como forma de domesticación del pueblo argentino. Fuimos campeones mundiales de fútbol. Fuimos derechos y humanos.
Los medios de difusión cómplices apoyaron con sus titulares y fueron premiados con el monopolio de la producción del papel para diarios.
Fue una orgía de sangre camuflada en las noticias, cada crimen se transformo en un enfrentamiento, cada reclamo en un acto subversivo, cada periodista que alzó su voz en un agente al servicio de intereses ajenos al sentir nacional. Miedo silencio y prensa fueron utilizados por los grupos de tareas en la siniestra cacería humana. Fauces hambrientas devoraron sueños, ilusiones y un país mejor.
Donde hubo rejas tortura y horror nacen centros culturales. Donde hubo crímenes, nace la justicia negada a los prisioneros. Donde hay un desaparecido hay una madre que lucha. Donde falta un nieto hay una abuela esperanzada en el reencuentro.
Nacieron miles de flores después del terror, seguirán naciendo y se multiplicaran en mil colores de la mano de la memoria, de la mano de los derechos humanos, de la mano del pueblo y sus ansias de verdad y justicia.
Es imposible detener el flujo de las aguas, la fuerza del viento o las ansias de un pueblo que busca la verdad y la justicia, que trabaja por un destino de libertad e igualdad.
Mientras haya un desaparecido habrá quien lo reclame, mientras falte un nieto habrá una abuela buscándolo, mientras exista una necesidad estaremos exigiendo un derecho.
Nuestros muertos nos guían, nuestra memoria está intacta, nuestras convicciones son las mismas. La sangre derramada no será negociada, ese es nuestro compromiso militante y no daremos ni un paso atrás.
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