Es obvio que no debe ser así. Si bien son exageradas las declaraciones del señor Delia es más grave que esas personas, que se hacen cruces por tales declaraciones, no salgan en tropel a pedir por los derechos republicanos de quienes en elecciones libres y ejemplares eligieron un gobierno para que maneje los destinos de Venezuela. Siles interesara la democracia sumarían sus voces, calmas pero firmes, a las del pueblo venezolano que mayoritariamente votó a Maduro defendiendo esa libertad de poder elegir.
Para saber nomas, me pregunto si salieron a repudiar con el mismo énfasis las declaraciones de la señora Susana Gimenez pidiendo matar al que matare. Me pregunto nomas, si esos mismos personajes celestiales no son los que leen diarios cuyos dueños son los que se robaron una empresa de papel a fuerza de tortura junto a una dictadura sangrienta. Tal vez su moral no vea con malos ojos esa clase de crímenes.
Me pregunto, de preguntón nomas, si esos individuos admiten que quienes les dan las noticias, comentadas intencionadamente, promuevan la prostitución desde el mismo espacio desde el que pregonan las denuncias sobre la corrupción. Tal vez la trata de personas, muchas menores de edad traídas desde países limítrofes, sea solamente un negocio y a mayor oferta mejor precio. Muchos de los que atacan a Delia deben hacer uso de ese servicio y tal vez luego pasen por la Catedral a rezar por los pobres.
Sería lógico que dejaran de leer ese medio para no ser cómplices silenciosos de esas prácticas propagandísticas, digo, que se yo, si de decencia se trata.
Me pregunto, en mi ignorancia, si recuerdan o leyeron cuando la Revolución Libertadora asesino por decreto a cientos de personas desde aviones artillados, soltando bombas desde el aire sobre la Plaza de Mayo .Si se sienten horrorizadas de la misma manera que con las declaraciones de Delia.
No recuerdo verlos en las marchas por los derechos humanos y si para poder comprar dólares para revender en el mercado ilegal.
Podría seguir pero yo recuerdo cuando muchos de estos siniestros personajes se alegraron de la muerte de Néstor Kirchner, o cuando lamentaron que no fuese cáncer la enfermedad de la presidenta, o cuando declararon que seguramente Cristina ya es un vegetal y por eso la tienen escondida. También recuerdo cuando los escuche pedir que cuelguen en la Plaza de mayo a los corruptos, siendo este apenas un delito menor al lado de quien quiere secuestrar los sueños de un país que quiere vivir en democracia.
No me parecieron acertadas las declaraciones de un dirigente político que debe pensar antes de hablar desde el impulso, pero algunos argentinos deberían pensar antes de hablar desde el resentimiento y el odio hacia las clases populares que eligen y piensan de manera diferente.
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