Nada es casual y todo tiene que ver con todo. Hay una estrategia, una punta de lanza, un grupo de tareas que diseña el plan y una mafia que maneja los medios de comunicación construyendo "opinión pública".
Ante esta gigantesca movida son pocos los que pueden eludir la telaraña tramposa montada con precisión de relojero.
Señalaré, según mi humilde entender, algunos puntos sobre los que debemos hacer foco.
Fracasó la operación "pato rengo"; se planificaron alzadas policiales; hubieron amenazas de un dólar a 20 pesos; presagios de saqueos y descontrol total en diciembre; agitación de la burocracia sindical; denuncias ridículas sobre conspiraciones para vender granos ajenos y comprar petróleo que no nos sirve; el crimen de un fiscal corrupto, etc. etc.etc. De manera burda se intentó imponer a Massa como la nueva estrella en el firmamento político.
La falta de liderazgo, el rejunte de exiliados y aventureros presentados como algo nuevo, mas la ambición y falta de proyecto implosionaron el intento. Hoy el tigrense ruega por una idea para retirarse sin humillación, algo difícil ya que Macri lo quiere ver de rodillas pero lejos de su espacio.
Paralelamente el PRO logra la rendición , traición de por medio a las banderas populares, del radicalismo. Se suma a la comparsa la esquizofrenia de la Colisión Cívica.
Los sectores de la derecha van encontrando su lugar en el mundo de la mano del macrismo. Aplauden los buitre, la Sociedad Rural, los empresarios, los gorilas de la CGT resentida, una clase medio alta que mira con desprecio a los pobres que hoy veranean de igual a igual y los acomodados que "luchan" por la libertad de atesorar lo que evaden, en dólares. Todos ellos aportan sus ideas, voceadas través de los economistas que nos llevaron al peor desastre económico que recuerde nuestra historia y amplificadas por el monopolio mediático.
Desde los medios de domesticación social se publicitan como nuevas las viejas recetas, pergeñadas desde la organización nacional; baja de salarios vía devaluación, achique del gasto a través de despido de empleados públicos, apertura de los mercados, libre importación y desaparición de la industria, precarización laboral, eliminación de retenciones, subsidios y todo tipo de ayuda de parte del estado a los sectores más desprotegidos.
Para todo esto hace falta desmantelar al kirchnerismo. El intento de darles un correctivo a los políticos que intenten seguir con políticas de inclusión viene fracasando, hay que dividir para instaurar el "nuevo orden republicano".
Pese a todo están logrando lo impensado: enfrentar peronistas contra peronistas mientras ellos trabajan en silencio para pegotear a los opositores. Una película que los setentistas ya padecimos.
Hay quienes confunden la contienda electoral con una elección más, donde se elegirá presidente, sin darse cuenta que lo que está en juego es un modelo de país y el futuro de nuestra soberanía.
De un lado se paran los que vienen a restaurar el neoliberalismo con su carga de miseria para los sectores más vulnerables y la entrega del poder al establishment. Por otro lado un gobierno peronista con la impronta del kirchnerismo que vino a restablecer las conquistas populares, otorgando derechos donde hay necesidades.
Nuestros candidatos a presidente estan aceptados por la conducción del FPV ; Cristina Kirchner. Los aceptan nuestros ministros, diputados, senadores, intendentes, gobernadores, organizaciones sociales, y los sectores populares que decidimos a través del voto.
Ninguno de los dos podrá gobernar de espaldas al pueblo, ninguno de los dos podrá retrotraernos a los 90, ninguno de los dos podrá desandar el camino iniciado por Néstor, que dejó la vida por devolvernos la dignidad y el orgullo de ser argentinos.
No podrá Scioli ni Randazzo gobernar sin consensuar las políticas económicas, no podrán hacer lo que hizo Menem porque no hay un pueblo dispuesto a aceptarlo ni un congreso que lo permita ni una conducción jubilada en el Calafate.
Hay una plataforma electoral que deberá respetarse, hay políticas económicas que no pueden "derogarse" sin la traición de quienes integren el futuro gobierno. Algo imposible.
Tenemos la suerte que la conducción política está en manos de Cristina y el aparato político le responde sin fisuras. Sea Randazzo o Scioli deberan consensuar el vicepresidente y la mayoría de los ministros , como así también , las listas del congreso.
Los estrategas tratan de repartirse el botín de Massa intentan de mordisquear todo lo que pueden; menos él todos son bienvenidos en el macrismo. Quieren instalar la idea que Scioli gana en primera vuelta, de esta manera buscan el voto "útil" de los "burgueses asustados" que anda boyando en un mar de dudas en el bote de Stolbizer, son un 10 o 12 %., instalando que Randazzo es el ultra kirchnerismo los "progre" eluden al sciolismo y hasta lo pueden esquivar en las generales si llegara a ganar, por esa aversión antiperonista.
La estrategia opositora tiene una sola valla de contención y es la que estan tratando de romper. Tratan de instalar la división, para ello es imprescindible hacernos creer que Scioli es Macri o que Randazzo es el único garante del proyecto. Esto es falso, ni una ni otra. Ambos son nuestros representantes avalados por nuestra presidenta, si ella creyera que Scioli la pude traicionar ya lo hubiese sacado de carrera, si pensara que Randazzo es un continuador intachable ya lo hubiera ungido sin dudarlo, eliminando los peligros de una posible traición.
Ambos son nuestros candidatos, cada uno tendrá sus razones para votar en las PASO, pero a no dudarlo: si los gorilas logran meter la cuña habrán ganado , en ese caso olvidémonos de volver a tener kirchnerismo.
"Unidos y Organizados" , "La Patria es el Otro", "El Candidato es el Proyecto", no son slogans, son nuestra garantía de gobernar por muchos años más si los internalizamos de verdad. Si las ambiciones personales no nos dividen, es difícil que nos ganen.
Raul Ludueña