AHORA DEPENDE DE NOSOTROS.

AHORA DEPENDE DE NOSOTROS.
Raul Ludueña

La impotencia suele disparar ataques de furia en quien la padece y cualquiera en esas circunstancias suele ver la realidad a través de un prisma que le mezcla los colores, en este caso las ideas.
Por estos días sufrimos una bombardeo de opiniones confusas de parte de los sectores que apoyaron a Randazzo, se habló de traiciones, impericia, se sembraron dudas varias sobre Cristina y parte del gabinete.
Fue después de ver 678 que hubo un poco de calma en aquellos que lo único que sabían de Scioli era que manejaba una lancha. Muy poco por tratarse de un funcionario que hace 12 años acompaña este proyecto por decisión de Néstor y Cristina.
Con la misma sinrazón que aquellos que juran que no van a votar a Scioli, aparece en los medios un mazacote de argumentos por los cuales el mismo Scioli sería un "Campora" de Cristina; un kirchnerista converso, de última hora.
Se lo acusa de abandonar los ideales peronistas para incorporarse al kirchnerismo más recalcitrante, como si ambas matrices ideológicas marchasen por separado.
La jugada de Cristina los descolocó, a propios y ajenos. A los propios porque supusieron que nuestra conductora es una ingenua "Caperuzita" que fue incapaz de descubrir al lobo feroz que anidaba en el motonauta, tan perfecto sería su disfraz de cordero que ni Néstor lo descubrió. Doce años no es nada para algunos.
Los opositores porque supusieron, equivocadamente, que se puede medir a las personas con el metro corto con el que se miden ellos. Son capaces de rejuntarse radicales y liberales diciendo que representan el cambio, como si el pueblo no los conociéra. Sin sonrojarse siquiera.
Como si la tragedia producida por el radicalismo y apadrinada por el neoliberalismo no les perteneciese. Como si lo nuevo pudiese ser Patricia Bullrich, Sanz, Cobos, Melconian y toda la comparsa de muertos vivos que acompaña de rodillas al PRO a su destino final. Para colmo quieren arrimar algunos filibusteros que se cayeron del destartalado carromato de Massa, como Cariglino o Barrionuevo. Todos recien pintaditos , nunca taxi.
Los medios y Carrió pujan por parir una criatura amorfa, rejuntando los retazos que comanda Stolbizer, suponen que sumados al desguace del massismo y el radicalismo, bajo la tutela de Macri, serán los suficientemente fuerte como enfrentar con éxito al proyecto nacional y popular.
Scioli y Zannini no deben dar examen ni muestras de pureza étnica, son nuestros candidatos y hace años pasaron la prueba del ácido, tienen convicciones férreas, sino no hubiesen sido los elegidos. Los tratan de ensuciar de un lado y del otro, los nuestros y los otros.
El monopolio ya comenzó su tarea de demolición .
Cristina es una estratega con inteligencia y experiencia, le dió el primer golpe de nok out a la furia anti Scioli .Nosotros , los militantes, deberemos hacer el resto, unidos y organizados.
Como nos dijo ella; ahora depende de nosotros.